Mejor cruzar el puente de las ventas cuando se tenga delante
Cada vez que sale a la palestra la situación económica del Athletic y las pérdidas de los últimos años, hay personas que se ponen en lo peor y la cabeza les lleva a plantearse la posibilidad de tener que vender a alguno de los mejores activos del club para compensar. Cinco años sin acudir a Europa, una pandemia que se come poco a poco la provisión, unos sueldos importantes… ¿Si el Athletic vuelve a quedarse a las puertas de las plazas continentales, es viable la actual coyuntura o habría que tomar medidas drásticas? Es la pregunta que ronda determinadas cabezas zurigorris.
La realidad que han trasladado tanto los actuales inquilinos
de Ibaigane como la anterior directiva es que el Athletic no se encuentra en
ese punto. La opción de vender debería encontrarse en el cajón más recóndito
del Palacio, solamente accesible a ella una vez quemadas todas las alternativas
previas. Cuando la entidad estuviera entre la espada y la pared y con el filo
del metal en el cuello. Básicamente porque traspasar voluntariamente a tus
futbolistas más destacados te hace peor equipo en el corto plazo y no está el
Athletic como para realizar más travesías por el desierto en años de transición
sin alcanzar un destino fijo.
Sin pasar por alto que el Athletic no es un club vendedor. De hecho, Javi Martínez, Herrera, Kepa y Laporte se marcharon a través de las clausulas de rescisión que tenían estipuladas en sus respectivos contratos. Otros como Llorente, apoyándose la entidad en esa misma política, se fueron una vez terminada su vinculación.
Unai Simón tiene contrato hasta 2025... sin cláusula de rescisión FOTO: ATHLETIC CLUB |
El nombre que algunos han puesto sobre la mesa para poder hacer caja
llegado el caso es el de Unai Simón, lógicamente porque es uno de los leones
que poseen más cartel fuera de Bilbao. Va a ser el portero de la selección española
en el Mundial, sin ir más lejos. En este punto estaría bien destacar que el
contrato del de Murgia se extiende hasta 2025… y que no
tiene cláusula de rescisión. Una práctica habitual en los últimos años en el
Athletic, iniciada por Josu Urrutia, pero a la que Unai Simón ha sido el único
en adherirse de entre todas las jóvenes promesas de la escuadra zurigorri. No
es un dato baladí.
Seguro que nadie desea desprenderse del prometedor arquero
alavés, sin embargo, el razonamiento de los que se ponen en lo peor les lleva a
pensar en la figura de Julen Agirrezabala como recambio. Los escenarios que
podrían darse son infinitos, existen múltiples factores que influirían en la
toma de decisiones y que no son descifrables ni imaginables en estos momentos.
Así que es mejor que la vida continúe su curso y que Unai y Julen sigan
peleando por el puesto. Que son dos enormes guardametas y el Athletic debe
sentirse orgulloso de lo bien que tiene cubierta la posición.
Lo que sí es una obviedad es que a la directiva encabezada
por Jon Uriarte le va a tocar gestionar la situación de ambos. Y esa no es
tarea sencilla porque la máxima de que en el fútbol los buenos siempre pueden
jugar juntos, no es válida en la portería. Aquí solo hay hueco para uno. De
haber Europa, eso sí, el pastel se repartiría mejor. De momento, habrá que ver
si Valverde le concede la Copa a Agirrezabala como hizo Marcelino el curso
pasado.
Acudiendo al fútbol ficción, yo tengo otro ejemplo. ¿Y si el
Athletic vendiera, por ejemplo, a Unai Simón y unos meses más tarde algún club
llegara con el taco a por otro futbolista y este decidiera marcharse? Te quedas
sin dos de tus mejores futbolistas… pero con las arcas de Ibaigane repletas de
dinero, quizá siendo los más ricos del cementerio. Lo mejor es dejar que
discurra el tiempo y cruzar los puentes cuando estén enfrente. El fútbol es
demasiado imprevisible y cambia de la noche a la mañana.
Comentarios
Publicar un comentario