Que llegue ya el siguiente partido del Athletic

Qué sensación más placentera. Ciertamente extraña. No está acostumbrado el Athletic a solventar tantos partidos por la vía rápida y de una manera tan contundente en un corto espacio de tiempo. Lo normal es morderse las uñas a medida que se acerca el minuto 90 y presionar al árbitro para que pite el final. Ahora la afición rojiblanca no quiere que se terminen los encuentros de los leones. Un cuarto de hora más, porfa. Como el niño que le pide a sus aitas quedarse un rato extra a jugar a la Play.

El Athletic sacó de nuevo el rodillo a pasear. Esta vez le tocó sufrirlo al Almería. Antes fueron Cádiz, Elche y Rayo. Esa sonrisa tonta continuará instalada en Bilbao una semana más. Es sencillo identificar a los futboleros estos días. Son a los que les importa menos esperar a que el semáforo se ponga en verde, los que miran con otros la lluvia. Hasta el suegro se encuentra más receptivo en la comida familiar del domingo.

Pero no se trata de una sonrisa de felicidad por lo que ya ha pasado. Bueno, en parte también. Es una sonrisa de ilusión por lo que se intuye que viene. Con lo que dibujan las cabezas athleticzales, ávidas de alegrías ligueras. No se ha hecho nada hasta el momento, de acuerdo, pero este equipo, con Valverde como gran artífice a los mandos, desborda sensaciones positivas por los cuatro costados. Eso es una verdad como San Mamés de grande.

Los jugadores del Athletic celebran un gol contra el Almería
FOTO: ATHLETIC CLUB

Me apetece ver el siguiente partido del Athletic. Me apetece mucho. Tengo curiosidad por ver hasta dónde puede llegar. Es un equipo alegre que parece haber conservado lo bueno que inculcó Marcelino y le ha añadido las dosis de valentía que exigía una chavalería que viene pegando fuerte. Es el conjunto de moda del campeonato. Aunque uno es de los que prefiere ir de tapadillo. Claro que cuando la clasificación te dice que vas tercero, pues es como si Nico Williams intentara salir de incógnito por Bilbao poniéndose unas gafas de sol.

No se ponen puertas a la ilusión, pero siempre conviene tener los pies en el suelo. Ya se encargó Valverde de transmitir el mensaje en la previa. La fotografía actual de la clasificación solo te dice que restan 32 compromisos por delante. Y Txingurri de fotografía sabe un rato. La comunión de los leones con San Mamés, en especial con la grada de animación, es absoluta. Los post partidos ante Rayo y Almería han sido reveladores. Algo que un servidor no palpaba desde las gloriosas noches europeas de la 2011-12 con Bielsa en el banquillo. Podría ser el germen de algo muy bonito.

Hablamos de sensaciones porque es el sentir de la calle, pero todo tiene su base en el fútbol. Y este Athletic juega muy bien al fútbol. Ha crecido por dentro. El centro del campo rojiblanco ha pasado de ser una zona inhóspita a la Quinta Avenida. Todo sucede allí, es el epicentro. Ahora los leones hacen más goles, sí, aunque solo es una consecuencia de cargar más el área. Porque no se genera mucho más que la anterior temporada, sin embargo sí se llega con más efectivos.

Lo sencillo sería acudir a Sancet y a Muniain para ejemplificar el crecimiento en la medular. Pero yo prefiero centrarme en Dani García y en Vesga. Los que han sostenido, con acierto, el centro del campo. Han pasado a ejercer como pivotes únicos y no han acusado la transición. Al contrario. El de Zumarraga completó una notable actuación contra el Almería. Sin balón y también con la pelota. Hay que dejar claro que Dani es el mismo futbolista de otros cursos. No ha mejorado con el esférico por arte de magia. El asunto es que ahora tiene más cerca de su radio de acción a más compañeros. Unos futbolistas que además tienen un buen trato con el balón.


Sancet celebra el 2-0 logrado contra el Almería
FOTO: Athletic Club

Resultados al margen, el motivo de la ilusión en San Mamés radica, fundamentalmente, en dos nombres: Sancet y Nico Williams. Dicho de forma vulgar, son dos bombas con patas. El futuro será lo que ellos quieran. Son tres las jornadas consecutivas que llevan marcando. Oihan se adaptó a la delantera con Marcelino y ahora ha regresado a una zona que le es más habitual. Parece estar más a gusto con campo por delante y con la opción de pisar área. Cada vez que recibe de espaldas los contrarios le temen. No saben por dónde va a salir, ya no le enciman tanto, le dan unos metros para minimizar el efecto sorpresa.

Nico Williams me recordó a la escena de Jurassic Park con la niña sosteniendo una cuchara con gelatina. Cada vez que entraba en acción, todo temblaba. Sabías que algo iba a suceder. Encara y sale por la izquierda o por la derecha. Te tira una diagonal y busca portería. Te saca un centro con la zurda. Tiene infinitos recursos a su alcance. Encima está subido en la ola buena.

Hoy entramos en octubre. El calendario ha sido benévolo con el Athletic en su arranque. Lo que no quita para que lo haya superado con nota. 16 puntos sobre 21 en liza es una marca de consideración. Ahora se medirá en fila a Sevilla, Atlético, Getafe, Barcelona y Villarreal. Hay ganas de ver cómo responde ante la exigencia. De si Valverde le dará continuidad a la dupla Muniain-Sancet en la sala de máquinas. No habría motivo para el cambio. Esa será otra historia. De momento, esos 16 puntos ya no desaparecerán del casillero bilbaíno. Que le quiten lo bailado.

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