Si te vas triste de Sevilla con un empate, es que estás haciendo bien las cosas

El Athletic firmó en la segunda parte del Pizjuán sus mejores 45 minutos de la temporada y presentó su candidatura a Europa con todas las de la ley 

Había expectación por ver cómo respondía el Athletic ante su primer cara a cara con uno de sus potenciales rivales directos. Catalogado como una de las sensaciones de la Liga, era necesario empezar a medir si había una base sólida en lo que había mostrado en el arranque. Se fueron con un empate los leones, pero el poso que han dejado es positivo. Quizás porque, en este caso, el orden de los factores sí altera el producto. ¿Sería igual si los de Valverde hubieran arrancado como motos en Sevilla y hubiesen acabado el partido encerrados en su área? Probablemente no.

Pero eso es fútbol ficción. La realidad es que el Athletic completó en la segunda mitad en el Sánchez Pizjuán sus mejores 45 minutos de la temporada. Sin tapar que los primeros 45 fueron difíciles de digerir, especialmente los 20 iniciales. Por la entidad del rival, por un escenario que aprieta de lo lindo, por el contexto en el que se desarrolló el choque. El cuadro bilbaíno presentó su candidatura a Europa con todas las de la ley. Algunos dirán que el Sevilla ha acabado la jornada en descenso y que lo visto tampoco dice nada. Pero los andaluces no van a estar en el vagón de cola de la clasificación toda la temporada. Por no hablar de que es un equipo que se encuentra compitiendo en Champions ahora mismo.

Vesga celebra el gol del Athletic en Sevilla
FOTO: Athletic Club

¿Dejó escapar dos puntos el Athletic o debe estar contento por haber logrado uno? Es la pregunta más repetida en el universo zurigorri desde el sábado a las 20.30 horas. Parto de la base de que sumar a domicilio frente a una de las siete escuadras europeas siempre resulta positivo. Sobre todo, y aquí está la clave, cuando ya has hecho tus deberes previamente ante equipos de la zona media-baja. ¿Se podía haber ganado? Claro, solo faltó acierto. Pero es que la tropa de Valverde también pudo perder. Porque el partido arrancó con un 1-0 prácticamente desde que salieron los jugadores del vestuario, porque Simón sostuvo a los visitantes en el primer tiempo y porque la última ocasión, y muy clara, tuvo color sevillista.

Tras el descanso, la respuesta bilbaína fue espectacular. Con el poso de un bloque con un plan claro y que cree en él a pies juntillas. Todo es más sencillo, claro está, cuando los triunfos se acumulan en el casillero. El Athletic encadenó ocasiones y solo los fantasmas del pasado referentes a su falta de puntería evitaron que regresara con el botín completo. El asunto es que, en otro tiempo, después de hacer el 1-1 y haber estado 70 minutos por debajo en el marcador en un feudo como el del Sevilla, probablemente los leones hubiesen protegido el empate. Esta vez no fue así. Vio la herida en Nervión y se lanzó a degüello. Si te vas triste de un estadio como el Pizjuán habiendo empatado, como afirmó Yeray, es que estás haciendo bien las cosas.

He mantenido durante un lustro que el Athletic no se afianzaría en la pelea por Europa hasta no disponer de un centro del campo estable. Es el motor de cualquier equipo y el bilbaíno ha estado gripado demasiado tiempo, en cuanto a nombres, potencial e idea futbolística. El último tándem que funcionó en la medular fue el formado por San José y Beñat, también con Valverde en el banquillo. Luego ambos se fueron apagando por el lógico paso de la edad y no han existido en San Mamés relevos de su talla para aspirar con asiduidad a las plazas continentales.

Dani García sí ha sido un fijo desde que entró por el vestuario de Lezama en 2018, sin embargo a su lado ha faltado el rol de creador. Con Vencedor se esbozó un intento de la mano de Marcelino, pero el de Rekalde no es el mismo desde que se lesionara en enero. Su 2022 ha sido para olvidar. Es el último de la rotación para Txingurri y solo ha disputado 36 minutos en esta Liga.

El Athletic vuelve a ser fuerte en la sala de máquinas. Sin importar si el puesto de ancla es para Dani o para Vesga. Los dos están cumpliendo con nota cuando saltan al verde y a buen seguro que el míster tendrá un severo quebradero de cabeza pensando en el once del sábado. Ofrecen una versión mejorada porque están más y mejor rodeados, tienen más soluciones cercanas para entregar la pelota. Allí se han establecido Muniain y Sancet, más Herrera, que hasta la fecha únicamente ha actuado como revulsivo. Sin contar a Zarraga, cuyo estupendo verano no se ha traducido en oportunidades porque todos los anteriores han agarrado con fuerza su condición de titulares.

FOTO: Athletic Club

El centro del campo bilbaíno ha pasado de ser una debilidad a una fortaleza. Como ejemplo, lo acaecido en Sevilla. Se tocaron todos los palos de la baraja. Se pudieron observar las dificultades que padecerán, aspecto claramente a corregir, cuando el contrario muerda y tenga calidad suficiente para salir en corto o en transiciones rápidas. Muniain y Sancet quedaron anulados en la primera mitad por el buen hacer de Gudelj y Jordán, más la labor de Papu Gómez, Óliver e Isco. No dejaron espacios para maniobrar.

La modificación llevada a cabo por Sampaoli en el descanso le hizo ver la luz al Athletic. Incluso antes de la entrada de Vesga y Herrera, Sancet había aparecido por el carril central en diez minutos más que en todo el primer acto. El Sevilla pasó a actuar con tres centrales, con Gudelj después de retrasar su posición, y brotaron los espacios en la zona ancha. Entonces los leones volvieron a mandar por dentro, como venían haciendo en jornadas pasadas. Es su sello de identidad. La diferencia es que enfrente estaba un rival directo. Con las piernas frescas del gasteiztarra y del ex del PSG, más el toque de un Muniain que fue a más, los de Valverde voltearon la situación. Igualaron y cerca estuvieron de ganar.

Y no se pueden cerrar estas líneas sin una mención de honor al caído Herrera. Vimos su primera gran actuación en su nueva etapa en el club y terminó con una expulsión que valió el punto que el Athletic se llevó a su casillero. Quién sabe si ese será el punto que meta a los rojiblancos en Europa al concluir la temporada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Por qué Estados Unidos 1994 es el mejor Mundial de la historia

El “tongo” en el Alemania-Austria que provocó la unificación de horarios

San Mamés lleva camino de hacer historia