Siempre hay una primera vez para retirarse
Hoy toca salirse del fútbol y hablar de mis 'frikadas' de runner. El maldito bochorno me superó en la Bilbao Night Marathon y provocó mi primer abandono en una carrera
Porque no todo es fútbol en este espacio. Aunque la mayoría sí, para qué nos vamos a engañar. También habrá hueco para alguna de mis ‘frikadas’, como por ejemplo mi última experiencia runner en la ‘Bilbao Night Marathon’. Una cita convertida en clásica por lo bonito de quemar kilómetros a golpe de zapatilla por la noche en una ciudad. Si ya es la tuya, más especial si cabe. Se dieron cita 11.600 participantes, lo que es una extraordinaria noticia en tiempos post pandémicos. Para el récord de la prueba aún queda. Mucha gente pudo disfrutar sufriendo, aunque suene una contradicción no lo es, pero no fue mi caso. Al menos no completamente. Fue mi primer abandono en una carrera después de muchos años tomando parte en las citas de Bizkaia.
Alguna vez que tenía que ser el primero. Maldito calor. 27º
a la hora de la salida en la explanada de San Mamés y el termómetro apenas
descendió. A medianoche, cuando los últimos participantes de la maratón veían
la meta en el horizonte, todavía hacía 24º. Algo que unido a la tremenda
humedad que acostumbra a tener Bilbao, pues dificultó el desempeño de muchos. También
sopló viento sur, menos de lo esperado, pero en determinadas zonas le azotaba
con gusto. Mi cuerpo norteño no está preparado para todas estas vicisitudes y
no carburó como es debido.
Con decir que mi temperatura ideal para correr distancias largas (21k o superior) es de 10º lo digo todo. Que a partir de 15º me cuesta y que con más de 20º me resulta un suplicio. El frío conserva y es un gran aliado. Nada que ver este clima con el que salió en la maratón diurna de marzo, ni yo lo hubiera diseñado mejor entonces. No se sobrepasaron los 12º, no hizo viento ni yendo a Getxo ni volviendo, no llovió, no salió el sol…
Sin embargo, ayer fue todo lo contrario. Cosas que pasan.
Tampoco me extrañó porque las últimas tiradas largas en los entrenamientos no habían
salido como esperaba, el bochorno nos lleva acompañando por Bilbao todo el mes.
Malas sensaciones en el calentamiento y peores en carrera. A los 7 kilómetros
ya me empezó a avisar el cuerpo, a los 10 tuve que detenerme, retomé la marcha
y a los 14 dije basta. No había manera de levantar aquello. Y eso que las
piernas no iban del todo mal gracias al masaje que me di 48 horas antes.
Consejo: daros un masaje previo cuando vayáis a correr estas distancias o
superiores.
No me apetecía terminar entre andando y corriendo solo por el
honor de llegar a meta y recibir la medalla de finisher, aunque siempre es un bonito recuerdo. No
lo necesito. He completado bastantes medias y tres maratones y no encontré
razones para estar sufriendo durante 45 minutos más. La recompensa no merecía
la pena. Que no somos profesionales y esto se hace para pasar un buen rato y
para practicar deporte. Ese es el principal fin, intentar estar lo más sano
posible.
Que ojo, otras veces sí lo he hecho. En mi primera maratón,
un gel me sentó mal a la altura del kilómetro 25 y lo pasé realmente mal.
Recuperé y acabé corriendo con buen cuerpo. En una Santurtzi-Bilbao
terminé con el gemelo en la garganta y en alguna otra competición me ha llovido
lo indecible provocando importantes rozaduras en muuuuuchas partes del cuerpo.
Pero ayer no podía. Qué le vamos a hacer. Siempre hay una primera vez para
retirarse.
Otra vez será. Y como los runners estamos un poco tocados de
la cabeza, pues ya hay otra prueba a la vista. No importa que la última no haya
salido como uno esperase. El próximo mes habrá que estar presentes en la salida
de la Santurtzi-Bilbao, una de las más chulas por el recorrido que tiene. Remontando la Margen Izquierda, pero sin sardinas en los avituallamientos. Cien por
cien recomendable. Y antes habrá que utilizar la Herri Krosa como banco de
entrenamiento. Esperemos que vaya mejor… y que el clima tropical se haya
esfumado de Bizkaia para noviembre.
Que envidia! Yo tuve que dejarlo. Dos fascitis con edemas óseos en el talón me retiraron. Teniendo en cuenta que trabajo de pies, decidí no pasarme el resto de la vida laboral sufriendo. Y eso que yo era de los que empezó corriendo un minuto andando un minuto. Así hasta llegar a los 10 k de la última nocturna que se había hecho. Ánimo y a por la siguiente.
ResponderEliminarAupa Gontzal! Gracias. Eso es, esto no lo hacemos para sufrir y lesionarnos, que es un hobbie. Y sí, ningún problema ni remordimiento por haber abandonado. No me ha salido bien y ya está, será por carreras.
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