Cuando Canadá se presentó a un Mundial con jugadores de fútbol indoor

La mitad de su plantilla acudió a su única participación en una Copa del Mundo en México 1986 militando en la Major Indoor Soccer League de Estados Unidos 

A buen seguro que Canadá no se paralizará cuando hoy debute su selección en el Mundial. Entre otras cosas porque el partido frente a Bélgica comenzará en su mediodía. Pero, sobre todo, porque no es hockey hielo. El fútbol ocupa una pequeña cuota de protagonismo en los gustos del país norteamericano a pesar de que los éxitos recientes han sido notables. Al menos en su faceta femenina. Canadá se colgó la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Tokyo y en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 se subió al tercer escalón del podio.

Sin embargo, el fútbol masculino ha tenido un recorrido escaso. De hecho, hoy arrancará su segunda aventura mundialista. Un calentamiento, puesto que Canadá será uno de los tres anfitriones de la próxima Copa del Mundo que se celebre en 2026. Un honor que compartirán junto a México y a Estados Unidos, que llevará la voz cantante de la organización. Los de John Herdman intentarán mejorar la versión ofrecida en su anterior participación, en México 86. Lo tendrán sencillo, puesto que ocuparon la última plaza de la competición. Se marcharon con tres derrotas y ningún gol a favor. Aunque las sensaciones fueron mejores de lo que evidenciaron los resultados.

Imagen del duelo entre Canadá y URSS en el Mundial de México 1986 FOTO: FIFA

Canadá se encuentra lejos de ser una potencia futbolística. Lo del Mundial era algo que le era ajeno, no en vano no disputó una fase de clasificación hasta la edición de Suecia 1958 y no estuvo verdaderamente cerca de lograr un billete hasta 1982. Entonces tropezó en la última jornada del Hexagonal ante Cuba, debía ganar por más de un gol, y las plazas para España se las quedaron Honduras y El Salvador. Le sirvió a Canadá para acumular experiencia, se pudo desquitar cuatro años más tarde imponiéndose en el triangular final a Honduras y Costa Rica. Le benefició que México estuviera fuera de la ecuación al ser el anfitrión.

Volvió a rozar una clasificación en 1994, nuevamente con el camino allanado por ser el organizador un país de su confederación, en este caso Estados Unidos. México logró el pase directo y Canadá se fue a la repesca. Solo una infausta tanda de penaltis contra Australia le apartó del sueño americano. Desde entonces, agua. Para la edición de 1998 cayó en el Hexagonal, sin embargo, desde entonces, no ha estado ni cerca de meterse en la pelea. Hasta ahora, cuando los chicos de Herdman han sacado su pasaporte para Qatar quedando líderes en el Octogonal por delante de México, Estados Unidos y Costa Rica gracias a una generación liderada por Alphonso Davies (Bayern) y Stephen Eústaquio (Porto).

Cabe destacar que los 26 jugadores convocados por Herdman compiten en equipos de fútbol once. Puede parecer una obviedad, pero no lo es atendiendo a los precedentes de Canadá en la Copa del Mundo. Y es que para su participación en México 86 se presentó con 11 efectivos que competían en la Major Indoor Soccer League de Estados Unidos. A mediados de los ochenta, los clubes canadienses militaban en la NASL (North American Soccer League), la versión anterior de la actual MLS.

La Major Indoor Soccer League se jugaba sobre césped artificial, aprovechando los estadios de la NHL y era similar al fútbol sala, solo que con paredes que impedían que el balón saliera de la cancha

La NASL finalizó su temporada en 1984 y nunca más se volvió a reanudar. Todos los jugadores tuvieron que encontrar acomodo, algunos lo hicieron en conjuntos semiprofesionales y otros, en una Major Indoor Soccer League que en Estados Unidos tenía tanta o más repercusión que el fútbol once tradicional. Era una especie de fútbol sala, se jugaba bajo techo aprovechando los estadios de la NHL y con césped artificial. La peculiaridad es que había paredes y la pelota nunca salía, rebotaba en ellas. Los equipos estaban compuestos por cinco jugadores, los cambios eran ilimitados y el tiempo efectivo era de cuatro cuartos de quince minutos cada uno. Algo recuerda a la Liga de Fútbol Indoor que se instauró hace unos años en España, con escuadras formadas por sus exjugadores. Los encuentros en La Casilla los viernes por la noche eran míticos.

Canadá tiró de ‘fichajes’ para afrontar el Mundial. En sus filas había futbolistas de Escocia, Italia, Gales, Checoslovaquia, Inglaterra, Alemania, Yugoslavia y Trinidad y Tobago. Bruce Wilson, el capitán, llevaba dos años sin jugar de forma profesional. En esa plantilla, con Tony Waiters en el banquillo, también se encontraba Bob Lenarduzzi, que hoy en día es el presidente de los Vancouver Whitecaps de la MLS.

Alphonso Davies es el líder de la selección norteamericana FOTO: FEDERACIÓN DE CANADÁ

Una mezcla curiosa que se marchó de vacío de México, pero que supo competir en un grupo de armas tomar con tres grandes nombres del viejo continente. Canadá se las vio en el debut con la campeona de Europa: Francia. Solo Papin pudo decantar la balanza a falta de diez minutos (1-0). Después cedió ante Hungría, recibió un gol tempranero por parte de Esterhazy, aunque estuvo con opciones hasta que Detari hizo el definitivo 2-0 en el minuto 75. Sabiéndose eliminada, el conjunto de la hoja del arce cayó frente a la URSS, con tantos de Blokhin y Zavarov (2-0).

El primer objetivo será rendir igual de bien que hace 36 años en México. El siguiente, estrenar su cuenta goleadora en los Mundiales. Después, intentar rascar algún punto. Y, por qué no, buscar la sorpresa en un grupo complicado con Bélgica, Croacia y Marruecos. Una manera de presentarse al mundo futbolístico antes de ser el epicentro en el próximo Mundial. Eso sí, la actual Canadá parte con ventaja con respecto a sus antecesores. Sus convocados están acostumbrados a jugar a fútbol once en el día a día. Quieras que no, siempre es una ventaja.