El ser humano es perverso por naturaleza

Es imposible, si no eres parte implicada, no esbozar una sonrisa malévola cuando un grande como Argentina pierde contra un pequeño como Arabia 

Ahora sí, el Mundial 2022 ha llegado a nuestras vidas. Ya podemos decir que ha empezado lo bueno. Porque un Mundial no es nada sin su ración de sorpresas ni sin la agonía de quien ve cómo se le escapan por el sumidero las ilusiones y el trabajo de cuatro años. Argentina se ha llevado el primer rejonazo y lo de Francia se ha quedado en un efímero susto. El ser humano, por naturaleza, es perverso y quiere ver perder al grande. Disfruta con el sufrimiento ajeno, siempre que el pez grande no seas tú, claro. Es sencillo empatizar con el pequeño. Y, no vamos a negarlo, también lo es esbozar una sonrisa maquiavélica viendo desmoronarse al favorito. Se disfruta observando los nervios del gigante y esas caras desencajadas preguntándose qué está sucediendo.

Cuando el protagonismo argentino recae en la cantidad de memes que has recibido vía WhatsApp, malo para Messi y los suyos. La derrota ante Arabia Saudí (1-2) ha entrado directa al libro gordo de historias de los Mundiales. Una selección que solo había ganado 3 de sus 16 envites en el torneo. Dos fueron en la edición de 1994 (contra Bélgica y Marruecos) y el restante, en 2018 ante Egipto cuando ambos ya se sabían eliminados. El topetazo para la ‘Scaloneta’ es de órdago, especialmente siendo una de las grandes favoritas. La parte positiva es que hay margen de maniobra. De hecho, la mejor noticia para sus intereses fue el 0-0 registrado entre México y Polonia, con penalti fallado por Lewandowski incluido. Ese Argentina-México del sábado está marcado en rojo en el calendario desde ya mismo.

El ser humano es perverso por naturaleza
Messi, abatido tras la sorprendente derrota de Argentina en el debut ante Arabia

La Albiceleste pudo dejar liquidado el encuentro antes del descanso. El penalti transformado por Messi hizo pensar en una plácida matinal, incluso en una goleada. Hasta tres goles le anularon por fuera de juego. Arabia dejaba un desierto a la espalda de su defensa. Llegados a este punto es impepinable detenerse en la actuación del VAR. Empezando por la pena máxima señalada tras un tibio agarrón sobre Paredes. La FIFA parece dispuesta a señalar todos los penaltitos, también lo dejó claro en el México-Polonia. Y luego está lo del tanto de Lautaro Martínez que se fue al limbo por una supuesta posición antirreglamentaria. Ni viendo la imagen virtual uno es capaz de atisbar que el delantero esté adelantado. Uno de esos fueras de juego en el que hay que hacer un acto de fe. Te dicen que es y te lo tienes que creer.

Arabia, que no había estado mal en el primer tiempo, se levantó el velo y se lanzó a la yugular de Argentina. Al-Shehri empató en el arranque tras un buen robo y una mejor transición, dio alas a los suyos y los sudamericanos se tambalearon por unos momentos. Las ‘Águilas verdes’ lo percibieron y asestaron un segundo golpe por mediación de Al-Dawsari. Un golazo en toda regla, un chut con la rosca necesaria para ir alejándose poco a poco de Emiliano Martínez. Al-Owairan y su kilométrica carrera en Estados Unidos 94 ante Bélgica ya tiene digno sucesor.

Luego Arabia corrió lo indecible, mordió cada disputa, cada balón dividido que se llevaban era celebrado como un triunfo. La zaga estuvo inconmensurable, llegando a cortar todo sobre la bocina. Esquivando penaltis, faltas o situaciones en las que algún argentino podía plantarse solo ante Al-Owais. Lo del meta árabe no fue poner un granito de arena, fue colocar otra duna en el desierto con la intervención ante Tagliafico. Cierto es que el árbitro y el VAR pasaron por alto un plantillazo sobre Otamendi dentro del área. Bastante más claro que el penalti señalado en el primer acto. Arabia se defendió con pundonor hasta el decimocuarto minuto de añadido y cantó victoria. Un hito histórico. Tanto que el príncipe heredero saudí ha declarado que mañana miércoles será fiesta nacional en el país. Estarán exentos de trabajar tanto las personas del sector público como del privado.

El ser humano es perverso por naturaleza
Giroud firmó un doblete y alcanzó a Henry como máximo goleador histórico de Francia FOTO: FIFA

Cuando Goodwin adelantó a Australia a los 9 minutos ante Francia, esa sonrisa malévola volvió a hacer acto de presencia. Ahí se quedó, fue un espejismo. La vigente campeona del mundo demostró capacidad de reacción y que, pese a la ausencia de Benzema, sigue teniendo mucha pegada (4-1). Giroud, su sustituto, el que dicen que no tiene mucho gol, firmó un doblete y alcanzó a Henry como máximo realizador histórico de la selección francesa. 51 dianas por barba. Rabiot lideró la remontada gala. Niveló con un testarazo libre de marca y, poco después, de una presión suya y de un nefasto intento australiano de salir por abajo, llegó la muesca inicial de Giroud.

A partir de ahí, todo fue un monólogo de los chicos de Deschamps, que jugaron la mayor parte del choque en terreno rival. Irvine, eso sí, dio el susto del descanso con un remate de cabeza que se fue a la madera; unos segundos más tarde de que Mbappé fallara lo infallable a puerta vacía. Francia acrecentó su dominio con el paso de los minutos. Una semi chilena de Giroud y un intento de Griezmann sacado en la misma línea por la defensa fueron el preludio del tanto de Mbappé. Y la guinda, para dar caza a Henry, corrió a cargo de Giroud. El delantero sin gol. Francia debuta con el pie derecho y encarrila su primera plaza. Por su abultada victoria y por el 0-0 que registró el otro partido del grupo entre Dinamarca y Túnez.

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