“Hace cuatro años me mataban si ganaba y ahora me mataban si perdía”
Resulta triste, pero disputar un Mundial en un país en dictadura no es novedad en Qatar: del fascismo de Mussolini en Italia 1934 a la Argentina de Videla en 1978
Medio mundo se escandaliza por celebrar un Mundial en un país en dictadura como es Qatar. Vivimos en un tiempo de redes sociales en el que la gente se ofende por todo, pero esto sí es motivo de peso para llevarse las manos a la cabeza. Eso sí, no es la primera vez que la FIFA lleva el torneo a un país totalitario. Ni lo justifica ni lo avala, aunque sirve para explicar la catadura moral que siempre ha imperado en el organismo rector del fútbol. La Copa del Mundo de Argentina 1978 con el régimen de Videla es el caso más reciente. Yendo más atrás nos encontramos con Italia 1934 y el creciente fascismo que utilizó la competición como método de propaganda.
No había otro fin. Mussolini vio cuatro años atrás en Uruguay las posibilidades que ofrecía un acontecimiento de semejante relevancia y quiso ser el centro de atención mundial. Una Italia que, por cierto, fue la más activa en el boicot realizado a la primera Copa del Mundo. FIFA decidió premiarla con la organización de la segunda edición. La selección charrúa, a modo de protesta, no se presentó. Fue la única vez que un campeón no ha defendido su corona. Suecia era otra de las candidatas para acoger el torneo, sin embargo se retiró voluntariamente de la carrera. ¿Por qué? No se sabe, pero se intuye.
La selección italiana, haciendo el saludo fascista antes de comenzar un encuentro |
El presidente de la Federación Italiana era el general
Giorgio Vaccaro, miembro del Partido Nacional Fascista y uno de los
hombres de confianza de Benito Mussolini. “La meta del acontecimiento
será la de demostrar al universo lo que es el ideal fascista del deporte”. Fue
la tarjeta de presentación de Vaccaro. Más tajante fue el dictador: “Italia
debe ganar, es una orden”. ¿Qué tipo de demostración de fuerza sería si los
anfitriones perdieran en su propia casa? Entonces la maquinaria empezó a
funcionar. La ‘Azzurra’ reforzó el plantel con los fichajes, vía
nacionalización, de cuatro argentinos y un brasileño.
La rumorología dice que Mussolini invitaba a cenar a
los árbitros que dirigían a Italia al día siguiente. Viendo cómo
transcurrió el Mundial, no extrañaría. Para muestra, su cruce de cuartos
con España. “Ha sido el juego más bronco, más duro y más agotador que
puede practicarse”, señaló la crónica de Mundo Deportivo. Y habría más
porque terminaron 1-1, lo que obligó a jugar un partido de desempate al de 24
horas. Hubo secuelas debido a la dureza transalpina. Siete jugadores españoles
no pudieron jugar como consecuencias de las lesiones y los golpes del día
anterior, entre ellos Lángara y Zamora en la portería. También
causaron baja tres italianos. En el desempate, más de lo mismo. La ‘Azzurra’
pasó con un triunfo mínimo gracias al tanto de Giuseppe Meazza, pero el
arbitraje del suizo René Mercet fue claramente parcial. Tanto que su
federación le sancionó de por vida.
Tras ganar a Austria en semifinales, en la pelea por el título esperaba Checoslovaquia. Mussolini fue claro con los jugadores italianos: “Vencer o morir”. No daba la sensación de ser una metáfora. Era tradición que los futbolistas de la ‘Azzurra’ realizaran el saludo fascista en los prolegómenos de sus envites. En la final lo hizo hasta el árbitro sueco Iván Eklind. Puc adelantó a los checoslovacos en el 71’ y el silenció inundó Roma. Orsi niveló para forzar la prórroga y allí decidió Schiavio, para alivio italiano. “Hace cuatro años me mataban si ganaba y ahora me mataban si perdía”, aseguró Luis Monti, uno de los nacionalizados argentinos. Y es que en Uruguay 1930 llegó a jugar la final con la Albiceleste frente a los charrúas.
Este fue uno de los carteles anunciadores del Mundial de Italia 1934 |
El portero Combi fue el encargado de recoger el
trofeo que acreditaba a Italia como campeón. Un grupo de Camisas
Negras le acercaron una segunda copa, de bronce y de enormes proporciones,
en la que se leía “Coppa del Duce”. Solo con el objetivo de que el
régimen fascista dejara su sello. “La victoria de Italia permitió que
aquella pesada obra no tuviese que abandonar Roma, de lo que estuvimos
muy satisfechos. A decir verdad, no hubiéramos sabido cómo transportarla”, dijo
un Jules Rimet que vio todos los encuentros a la orilla de Mussolini.
En Argentina 1978 el ‘timing’ fue distinto, aunque el
Mundial se disputó igualmente en una nación que sufría una dictadura. La
elección de la sede tuvo lugar en 1966 en Londres y Jorge Rafael Videla no
llegaría al poder hasta marzo de 1976 después de un golpe de estado.
Aprovechó la coyuntura para intentar lavar la imagen del país y también para
ocultar secuestros y torturas. Algo complicado cuando a menos de un kilómetro
del estadio Monumental, que acogió la gran final, se encontraba un
campo de concentración en el que murieron más de 5.000 personas.
Suecia fue la selección más activa en mostrar su rechazo y condenar todo lo que acontecía en la Argentina de Videla. Uno de sus futbolistas, Ralf Ëdstrom, incluso se llevó un gran susto. Fue asaltado por dos hombres en los alrededores de su hotel de concentración por la noche y le llevaron a los bajos del edificio por la fuerza, allí había un militar. Presentó su acreditación como jugador del Mundial y le dejaron marchar, pero era un claro aviso. “Argentina está ahora más apta que nunca para ser sede del torneo”, manifestó Joao Havelange, presidente de la FIFA, poco antes de arrancar la competición.
Videla celebra la victoria de Argentina en la final de la Copa del Mundo de 1978 |
Durante mucho tiempo circuló la leyenda de que Johan
Cruyff se negó a participar en esta Copa del Mundo como muestra de
su rechazo a Videla. Venía de ser subcampeón con Países Bajos en
1974 y disputó algunos encuentros de clasificación, pero no estuvo en la fase
final. ¿Por qué? El entonces jugador del Barcelona desvelaría el motivo
años más tarde. Todo se debió a un intento de secuestro sufrido en la ciudad
condal en septiembre de 1977. Tocaron la puerta de su domicilio, abrió y
directamente le apuntaron con un rifle a la cabeza. Cruyff y su
esposa fueron amordazados mientras sus hijos estaban en casa. La mujer logró
zafarse, bajó a la calle a pedir ayuda y la policía terminó por detener al
delincuente.
A posteriori descubrieron una furgoneta con colchones en su
interior fuera del edificio. La intención era secuestrarle, de modo que estuvo
bajo estricta vigilancia durante medio año. Los policías dormían en su casa y
le acompañaban siempre tanto a él como a sus hijos. Cruyff reconoció que
la experiencia le traumatizó. El seleccionador Ernst Happel intentó
convencerle con varios viajes a Barcelona, pero no lo consiguió y el
culé vio la Copa del Mundo por televisión.
En lo deportivo, Argentina se proclamó campeona por
vez primera derrotando precisamente a Países Bajos en la final. Costó lo
suyo porque la victoria se produjo en la prórroga. ¿Qué papel jugó la
dictadura? El 6-0 que la Albiceleste le endosó a Perú en la segunda
liguilla es uno de los compromisos que más polvareda han levantado en la
historia de la competición. Necesitaban mejorar la diferencia de goles con Brasil,
que había jugado antes, no había unificación de horarios. Los de Menotti
lo consiguieron para lograr su pasaporte a la lucha por el título. Ningún
peruano llegó a admitir que existió una compra del partido, sin embargo sí
reconocieron que Videla estuvo en su vestuario antes del choque. Dos
semanas después del encuentro, además, Argentina realizó una donación
económica al país andino que está documentada.
Cruyff por seguridad renuncia al Mundial en Argentina y a continuación prosigue su carrera en el New York de finales de la década de los 70. Muy coherente no es la explicación, conociendo los índices de criminalidad de la época de la ciudad norteamericana.
ResponderEliminarQuizá fueran un cúmulo de circunstancias y la principal, e inconfesable, eran las fiestas descontroladas de la selección holandesa y la esposa del Holandés Volador tuviera algo que oponer a su participación.
Cruyff no llegó a decir que no fuera a Argentina porque sintiera que no era un país seguro. Dice que no acudió porque psicológicamente no atravesaba un buen momento después del intento de secuestro, era más algo personal que lo que pudiera encontrarse en Argentina.
EliminarSe fue a vivir a Pasadena en California, he estado repasando... Su mujer Danny tenía un gran ascendente sobre sus decisiones, algo reconocido por el mismo, su suegro Cor Coster era su represente cuando llegó al CFB.
EliminarEsa versión de que fue su esposa la que le pidió que renunciará a la selección holandesa ni me la sacó de la manga ni es nueva, se ha contado más de una vez.
¿Quién dice que te saques nada de la manga? Si yo no he hablado en absoluto de la mujer de Cruyff.
EliminarEntiendo que das por buena la versión de la autobiografía de Cruyff que venía a desmentir otras versiones. Intento aportar. Quizá fueran un cumulo de circunstancias.
EliminarSaludos