La empanada monumental de España le lleva a la parte más suave del cuadro

Los de Luis Enrique se la pegan ante Japón y se clasifican gracias a una remontada final de Alemania después de haber estado eliminados durante tres minutos en la segunda mitad 

Se intuía una tarde de pocos sobresaltos. España tenía encarrilado su billete a octavos, debía sellarlo ante Japón, solo una carambola improbable podía apartarla de los octavos. Pero esto es un Mundial y aquí las cosas no son como parecen. Al descanso estaban clasificadas España y Alemania, se cumplían los pronósticos. Además las dos estaban mostrándose superiores en sus respectivas citas. Sin embargo, en un visto y no visto, las que comandaban el grupo eran Japón y Costa Rica. Los de Luis Enrique estuvieron tres minutos en la calle, les salvó la remontada germana frente a los ‘Ticos’ que fue baldía para sus intereses porque necesitaban que España ganara. Finalmente a la Selección le ha metido en octavos la ristra de goles que le endosó en el debut a Costa Rica.

No es descartable que lleguen elucubraciones o críticas sobre si España ha jugado a quedar segunda en el último tramo. Las caras pálidas de los futbolistas, durante y en el post partido, pueden servir como prueba para demostrar lo contrario. Al margen de que sus únicas ocasiones de peligro en el segundo acto fueron cuando sabían que Alemania ya estaba otra vez por delante. El tropiezo le lleva a España a la parte más asequible del cuadro. Jugará en octavos contra Marruecos, líder de su grupo. A priori no se encontraría con Brasil hasta la final, en cuartos su rival ahora sería, probablemente, Portugal.

La empanada monumental de España le lleva a la parte más suave del cuadro
Nico Williams fue titular por primera vez con la selección española FOTO: SEFÚTBOL

Pero para llegar ahí queda mucha tela por cortar. Lo que es evidente es que llegar de esta guisa a los cruces no es lo idóneo. Mejor meter la pata de saque como Argentina y levantar el vuelo que empezar arrasando y que después te asalten las dudas. Nico Williams partió en el once, su primera titularidad con la Selección. Buscaba desborde y rapidez Luis Enrique por las alas, en el otro costado figuraba Balde, para romper a una Japón que esperaba muy replegada. Jugó el primer tiempo a un ritmo bajísimo, como si no necesitara ganar. Morata hizo el 0-1 de cabeza al mismo tiempo que Gnabry marcaba ante Costa Rica. Los alemanes se lanzaron a coger el balón de la portería para situarlo en el círculo central, querían un atracón de goles ante posibles empates. No llegó. España se contagió del ritmo plomizo de su rival y navegó entre dos aguas, tanto que los mayores problemas eran propios al iniciar jugada.

Aún así todo estaba bajo control en el intermedio, a 45 minutos del liderato. Japón espabiló como frente a Alemania, parecía el guion de un episodio de ‘Campeones’. Cuando está todo perdido, entran en escena Oliver Atom, Mark Lenders, Tom Baker, Julian Ross o los gemelos Derrick y llega la voltereta. Doan igualó en un chut en el que Simón pudo hacer bastante más y, acto seguido, Tanaka firmó el segundo al remachar un centro que Mitoma había salvado sobre la línea de fondo. Fue anulado en primera instancia y validado por el VAR con una imagen que no despeja ninguna duda, así que habrá que hacer otro acto de fe.

A Alemania parece que le llegaron las noticias al Al Bayt Stadium y entró en fase de bloqueo, Tejeda empató para Costa Rica. España estaba a un tanto ‘tico’ de quedarse fuera. Nervios, perdiendo balones, nada en ataque una zaga nuevamente bien armada de Japón. Musiala estrelló dos balones contra la madera y el que acertó fue Vargas tras una serie de rechaces en una acción de estrategia. Dos campeones se iban a la calle y Japón y Costa Rica estaban en octavos. Hubiera entrado de lleno en el libro de sorpresas monumentales de los Mundiales.

La empanada monumental de España le lleva a la parte más suave del cuadro
Costa Rica tuvo a España eliminada tres minutos después de remontar ante Alemania

El pánico les duró tres minutos a los de Luis Enrique, el tiempo que tardó Havertz en poner las tablas. Los centroamericanos quedaron tocados, aunque no dejaron de intentarlo. Otro gol les metía en la siguiente fase. Alemania, entonces sí, hizo sus deberes y anotó un par de tantos más por mediación de Havertz y Füllkrug con la esperanza de que llegara un favor desde el Khalifa International Stadium. No se dio a pesar de los intentos de Asensio, Ferran y Dani Olmo cerca del noventa. España le ha fallado en la última jornada, pero la Mannschaft lo arrastra desde el descalabro contra Japón en el estreno. Lo de los asiáticos es curioso. Han pasado como líderes ganando a los dos favoritos y perdiendo frente a Costa Rica, ahora se medirán a Croacia. A los balcánicos les ha servido el 0-0 inicial ante Bélgica y se han agarrado a los errores de Lukaku. El punta del Inter ha entrado de inicio en el segundo tiempo y ha desperdiciado hasta cuatro ocasiones claras. Ver para creer.

Otra terrible decepción, los ‘Red Devils’. Pudieron reengancharse al Mundial a última hora y dejar fuera a Croacia, pero no atinaron. Se la jugaron ambos a un cara o cruz porque el que hizo sus deberes de forma muy eficiente fue Marruecos, superó a Canadá sin ningún apuro. Encarriló pronto gracias a Ziyech, que sacó tajada de un fallo garrafal de Borjan, y a En-Nesyri. Aunque los ‘Maples’ se acercaron con un autogol de Aguerd y en la segunda mitad rondaron el empate en un cabezazo de Hutchison que se fue al larguero. La mitad del balón botó dentro y la otra, sobre la línea. No valió. A España le espera un hueso, una de las revelaciones del Mundial. Va por el lado más amable del cuadro, pero si no espabila su trayecto en las eliminatorias será corto.

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