Una estadística engañosa sobre el poderío goleador del Athletic

El 73% de los tantos conseguidos por los leones en la presente temporada han llegado concentrados en 6 encuentros 

El gol ha sido un problema que ha quitado el sueño a los últimos inquilinos en el banquillo del Athletic. Nadie podía hacer sombra a Aduriz y tampoco le pudieron dar solución, por diversos motivos, desde el plano colectivo. Ahora el aficionado rojiblanco mira la producción ofensiva de los leones y siente alivio. Continúa sin existir la figura de un killer que aglutine muchos tantos, pero observa el reparto y vuelve a sentir alivio. Muchos efectivos se han sumado a la causa. Faltaría alguno más desde la defensa, pero los hombres de ataque están cumpliendo con su cometido. Incluso llega el aporte desde los centrocampistas.

Sin embargo, hay una montaña rusa de sensaciones… y de números. El Athletic ha vivido días en los que cada vez que ponía un balón en dirección a portería, acababa besando la malla. Por ejemplo, contra Cádiz, Elche o Almería. Y se han alternado con otros envites de mucho generar y toparse con los fantasmas del pasado curso que le llevaban por la calle de la amargura a Marcelino. La cita inaugural frente al Mallorca, la primera parte con el Espanyol, la segunda del Pizjuán o el caso reciente ante Osasuna. La escuadra bilbaína intentó 17 disparos, de los que solo 3 fueron entre palos. Por no hablar de la gran cantidad de servicios desde los costados que se marcharon al limbo.

Una estadística engañosa sobre el poderío goleador del Athletic
Nico Williams la tuvo muy clara ante Osasuna, pero no acertó en el segundo palo FOTO: ATHLETIC

¿Por qué puede ser en cierta medida engañosa esa sensación de alivio respecto a la estadística de goles del Athletic? Los datos ya sabéis que nunca mienten, aunque hay que matizarlos y profundizar en ellos para que el contexto sea más claro. Los leones han convertido 33 dianas en los 19 encuentros disputados esta temporada: 24 en la Liga y 9 en la Copa. El asunto es que 24 de esas muescas han sido concentradas en media docena de partidos. Es decir, el 73% de los goles del Athletic han llegado acumulados en apenas un tercio de sus compromisos: Cádiz (0-4), Elche (1-4), Rayo Vallecano (3-2), Almería (4-0), Valladolid (3-0) y Eldense (1-6). En los 13 restantes solo ha convertido 9.

La estadística aún es más significativa en Liga y también más real, puesto que en Copa los rivales han sido tres conjuntos de inferior categoría. La tropa de Valverde ha firmado 18 goles en 5 jornadas. El 75% de su producción se ha producido de nuevo en menos de un tercio de los compromisos completados en el torneo de la regularidad. En los 11 restantes únicamente ha conseguido 6 dianas. Y en 6 duelos se ha quedado a cero: Mallorca, Espanyol, Atlético, Barcelona, Betis y Osasuna. Eso sí, solo Real Madrid (36) y Barcelona (35) presentan más goles a favor que el Athletic (24). Y el Girona tiene los mismos.

Lo que es innegable es el reparto del pastel es un aspecto muy destacable y que le proporciona al equipo bilbaíno diferentes vías de escape para alcanzar su objetivo. Muchas migas completan una barra de pan y hasta 10 leones han visto puerta en la presente campaña. Williams y Guruzeta comparten el pichichi liguero con 5 goles, sin embargo Berenguer les adelanta en la general gracias a su idilio copero y se va a los 6. Nico Williams acumula 5, Sancet lleva 3, Vesga y Raúl García han firmado 2 y una por cabeza tienen Vivian, Zarraga y Muniain.

Luego hay momentos y momentos para cada gol. Aquí hay que tener muy en cuenta un detalle sobre Williams. En las dos temporadas recientes no ha alcanzado el doble dígito en su producción, ahora se encuentra a medio camino. La lupa, eso sí, no se cierne tanto sobre él debido a que todos aportan su granito de arena al colectivo. Lo que llama la atención con respecto a los 5 goles de Iñaki es que todos ellos han servido para inaugurar el marcador del Athletic. Y 4 supusieron el primer movimiento del partido: Cádiz, Almería, Getafe y Villarreal. El quinto en discordia fue el del Rayo, que sirvió para poner las tablas después del tempranero acierto de los vallecanos.

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