Síntomas de debilidad en la defensa del Athletic
El desastre colectivo en el Camp Nou, los errores individuales en Getafe y el tramo inicial del Pizjuán evidencian problemas en la retaguardia de los leones
Si algo tenía el Athletic de los últimos años era el sello de ser un equipo sólido, al que era muy difícil meterle mano. Con Garitano se sentaron unas bases y Marcelino lo perfeccionó, otro asunto era la voluntad ofensiva que mostraban los leones o la capacidad para convertir las oportunidades generadas. Valverde ha querido mantener la herencia positiva del míster asturiano a nivel de firmeza y añadirle unas pinceladas de alegría con el balón en los pies. Así fue durante las primeras jornadas. El Athletic concedía poco y se asomaba con mucha frecuencia por el área visitante.
Sin embargo, en octubre se ha detectado una vía de agua. El cuadro bilbaíno ha mostrado síntomas evidentes de endeblez defensiva. Todo comenzó con los 20 minutos iniciales frente al Sevilla. El Athletic logró arreglar el casco de la embarcación para sumar un punto. En Getafe, más allá del bloque, se sucedieron los errores individuales. Y en el Camp Nou no carburó absolutamente nada. Ni en grupo ni a título personal, los rojiblancos llegaba un par de segundos tarde a todas las acciones. Algo que es condenatorio cuando enfrente están Lewandowski, Dembélé, Pedri o De Jong.
Dembélé desbordó en multitud de ocasiones a Yuri FOTO: LALIGA |
Cierto es que la talla de los contrarios se ha elevado, pero
el Athletic no ha sido capaz de hacerse fuerte como lo era antes. Como si
estuviera perdiendo todo lo implementado por Marcelino. La presión alta continúa
siendo el arma principal de los leones, eso sí, sus oponentes ya le han cogido
la matrícula. Es habitual que empleen un fútbol más directo hacia sus puntas para
saltarse líneas propias y ajenas y sobrepasar esa presión. La otra opción, si tienes la calidad que
atesora el Barça, son las transiciones rápidas para luego provocar la
inferioridad numérica de los de Valverde en los costados, normalmente en su
izquierda. Lekue lo sufrió en Sevilla y Yuri lo hizo en Barcelona.
Con la actuación del lateral de Zarautz en el Camp Nou hay
un detalle a valorar. No está bien físicamente y es alarmante. Quedó a la vista
de todos y es lógico porque carece de ritmo de competición. Pero de lo que no
tiene culpa es de que Dembélé le llegue constantemente en plena carrera y le encare en el uno
contra uno, ahí el defensor siempre tiene las de perder. De hecho, cada vez que
se daba ese enfrentamiento entre Yuri y Dembélé es que había un fallo
colectivo en el Athletic. Porque no es una situación que deba producirse, al
menos no con semejante frecuencia.
¿Cuántas veces le dejan a Nico Williams un duelo mano a mano contra su par en los últimos compromisos? Pocas porque ya le han cogido la matrícula. El extremo del Athletic acostumbra a tener a dos rivales bien cerca, incluso tres tuvo en alguna acción el pasado domingo. A este tipo de futbolistas los debe frenar el bloque. Si dejas que vuelen libremente, te hacen un roto como el de Dembélé, que estrenó el marcador y le añadió tres asistencias.
El Athletic no se ha mostrado fiable en defensa en los últimos partidos FOTO: ATHLETIC CLUB |
Unai Simón y Yeray han sido muy didácticos en las últimas semanas a la hora de explicar el nuevo engranaje defensivo del Athletic de Valverde. Es otra manera de jugar, una presión distinta a la que venían
ejerciendo con Marcelino, defendiendo hacia adelante. Tiene sus pros y sus
contras. Los encargados de guardar las espaldas de sus compañeros quedan más
desprotegidos, aunque ellos mismos reconocen que se encuentran cómodos y que
hay mimbres para jugar así y resolver esos uno contra uno cuando se produzcan.
El asunto es que cuando no lo puedan solventar son los que van a aparecer en la
foto. Pero no dejan de ser el último eslabón de la cadena. El problema es de
todos.
A pesar del 2 de 12 que acumula el Athletic en este mes,
continúa en Europa gracias al acopio de puntos que realizó en el arranque
liguero. No se descabalga de los puestos de privilegio desde la tercera
jornada. “Que no estamos tan mal”, que diría Laporta. Los leones afrontan ahora
un tramo más ‘asequible’ para intentar llegar con una sonrisa al extraño parón
por el Mundial, con rivales que encajan mejor con el estilo bilbaíno. Aunque, y si no hay huelga de por medio, queda otro miura para cerrar esta cuesta de
octubre disfrazada de Angliru. Un Villarreal que está acusando la baja de
Gerard Moreno y que desconoce quién será su entrenador en San Mamés una vez que
Unai Emery ha hecho las maletas de forma exprés con dirección al Aston Villa.
El Athletic se medirá después al Girona de Míchel y al
Valladolid de Pacheta. Dos escuadras de fútbol alegre a las que la presión
rojiblanca puede hacer daño. Sin olvidar el estreno copero contra el Alzira,
previsto para el fin de semana del 12-13 de noviembre. Ahí no tiene permitido
el fallo el Athletic si quiere volver a ilusionar al pueblo con hacer algo
bonito. Para todo ello es obligado recuperar el buen tono defensivo, crecer
desde los cimientos. Porque con efectivos como los hermanos Williams, Sancet,
Berenguer, Muniain o Herrera, las ocasiones terminarán por llegar. Lo de
acertar ya lo dejamos para otro artículo.
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