La difícil vida de ser delantero en Ghana

Williams solo tocó el balón en 27 ocasiones en su debut mundialista frente a Portugal, pero estuvo cerca de liarla en el minuto 100 en una acción de pillo 

27 veces tocó el balón Iñaki Williams en su debut mundialista con Ghana. De haber sido capaz de traducir ese dato en ocasiones o en goles, lo siguiente hubiera sido pedirle que multiplicase los panes y los peces para empezar a solucionar el hambre en el mundo. Se tuvo que buscar la vida durante todo el partido frente a Portugal. La ocasión final fue el mejor ejemplo, cerca estuvo de convertirse en héroe nacional si hubiese colocado el 3-3 en el marcador. El del Athletic estuvo muy pillo, quedándose a la espalda de Diogo Costa por si sonaba la flauta. Y sonó. El meta tiró el balón al suelo y Williams se lanzó como una pantera. Le pudo el ansia y se resbaló cuando Costa ya tenía la cara desencajada.

Se generó él solito la ocasión porque estuvo desasistido. Pasó inadvertido, y es que Ghana no pareció tener un plan de ataque establecido, al menos en un primer tiempo en el que ninguno de sus efectivos entró en contacto con la pelota en el área portuguesa. Ni encadenó secuencias largas de posesión ni trató de aprovechar la velocidad de Iñaki, que jugó en punta. Al menos la película varió tras el descanso. Las Black Stars, con un Kudus descollante, pusieron más ímpetu, más presión y más intención de atacar. Lo de defender y lo de regalar balones en salidas sencillas desde atrás son temas aparte.

La difícil vida de ser delantero en Ghana
Williams se resbaló después de sorprender por la espalda a Diogo Costa

Dejó un poso extraño Ghana. Por juego, una de las selecciones más pobres de la primera jornada. A pesar de todo, estuvo cerca de Portugal. Seguramente por demérito luso, empeñado en el conservadurismo de Fernando Santos, fiándolo todo a la pegada de su gente de vanguardia. Que la tiene por los cinco costados: Cristiano, Joao Félix, Bernardo Silva, Leao, Bruno Fernandes… Le funcionó en la Eurocopa de 2016 y continúa insistiendo. Se movió con un ritmo plomizo. No conviene que coloquen sus compromisos a la hora de la siesta por si las moscas.

Habiendo intervenido ya todos los equipos, puede decirse que los arbitrajes y el VAR están siendo lo peor en el arranque mundialista. Se quejará Ghana de que el 1-0 viene de un inexistente penalti de Salisu sobre Cristiano, pero es que a Portugal en el primer tiempo le escamotean una pena máxima sobre Joao Félix y un tanto al propio Cristiano por una ‘faltita’. Quizá al colegiado, el estadounidense Ismael Elfath, le entró la mala conciencia en el descanso y tiró por la vieja ley de la compensación.

Con la apertura del marcador se abrió la veda y llegó la emoción, que no el buen juego. Ayew, previa jugada de Kudus, dio esperanzas a Ghana firmando el primer gol africano en el torneo. Entonces Otto Addo decidió relevar al del Ajax, de largo su futbolista más determinante. Un minuto después, Portugal volvió a golpear. De hecho, hizo dos de golpe, sacando tajada de dos pérdidas de las Black Stars en campo contrario. Bruno Fernandes entró como el cuchillo en la mantequilla y Joao Félix y Leao dieron con la red.

Nunca se rindió Ghana, eso hay que concedérselo. Porque Bukari logró el 3-2 y, al mismo tiempo, nos regaló una de las imágenes más graciosas del Mundial. Igual en su país no se ríen tanto, cierto es. Nada más marcar se fue a celebrarlo al córner, con el ‘siuuu’ típico de Cristiano en lugar de coger la pelota y marcharse al círculo central. Un despropósito. Los diez minutos de descuento dijeron muchas cosas, y ninguna buena, de Ghana. Fue una máquina de perder balones en situaciones ventajosas, más enfrascados en batallas personales que en tratar de igualar, buscando lanzamientos imposibles, botando faltas rápidamente cuando se podía colgar al área… Y pese a todo, Williams la tuvo sobre la bocina. Hubiera sido como encontrar agua en el desierto. La vio, aunque se trataba de un espejismo. Ser delantero con este panorama no es cosa fácil.

La difícil vida de ser delantero en Ghana
Richarlinson anotó el 2-0 ante Serbia con esta espectacular media chilena FOTO: FIFA

La nota positiva para Ghana es el empate registrado entre Uruguay y Corea del Sur (0-0). También que integra el grupo más equilibrado del torneo y que es previsible que todos se dejen puntos por el camino. Las selecciones asiáticas siguen protagonizando las grandes sorpresas. Sin llegar a ser el pelotazo de Arabia o Japón, arañarle un punto a los charrúas no es poca cosa. Especialmente porque se aliaron con la madera en los intentos de Godín y Valverde. Eso sí, como Uruguay no imprima una velocidad extra a su fútbol y encuentre algo de juego por dentro, su recorrido en Qatar será efímero.

El que no estaba para sorpresas era Brasil. Se impuso a Serbia con la suficiencia de un gran aspirante a añadir una estrella más a su colección. Dominó por completo y al no servirle en el primer acto para adelantarse, subió una marcha más en el segundo que hizo claudicar a los de Stojkovic. Richarlinson se vistió de Ronaldo para atar la victoria con un doblete. Primero ejerciendo de cazagoles tras un rechace del portero y después con un control y un remate de media chilena más propio del fútbol playa que de lo que se practica sobre césped. Tres puntos para empezar, como Suiza, que presenta su candidatura para los octavos. Tanto en las dos últimas Eurocopas como en los Mundiales, los helvéticos han superado la ronda de grupos. Se mostró como un equipo bien armado, dejando pocos resquicios a Camerún (1-0). Los ‘Leones del Atlas’ desperdiciaron su momento en el primer tiempo y el gol de Embolo tras el descanso fue un golpe a su línea de flotación al que no encontraron solución.

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