Messi es el mejor, gane o no gane el Mundial
El 10 volvió a dar otra lección al frente de Argentina para derrotar con suma comodidad a Croacia y sacar el primer billete para la final del domingo
Primer billete a la final dispensado. Allí estará Argentina, con un Leo Messi en plan estrella, haciendo y deshaciendo a su antojo. Como si fuera el Messi de los tripletes con el Barcelona en 2009 o 2015. Rejuvenecido, sabiendo qué tecla debe tocar en cada momento. Se vieron las caras de tensión de los casi 46 millones de argentinos cuando se echó la mano a la parte posterior del muslo en la primera mitad. No fue nada. En realidad fue como si se apretara las clavijas porque, a partir de ahí, la ‘Scaloneta’ comenzó a funcionar. El 10 retrasó su posición unos metros, le dio salida al fútbol argentino y llegaron los goles. Messi es el mejor, da igual que gane o no gane el Mundial. Hacerlo solo sería la guinda. Para lograr esa condecoración imaginaria no es necesario vencer un partido concreto. No lo hizo contra Alemania en 2014 y su centro tampoco estará en liza por lo que suceda el domingo.
Toda la emoción que tuvieron los cuartos, se apagó en las semifinales. No le importara a la hinchada albiceleste. Sigue en camino de repetir el éxito de 1986. Es imposible no establecer similitudes entre aquel Maradona y el actual Messi. La Copa del Mundo se encuentra a un partido de distancia. Cierto es que el panorama cambiaría bastante si el rival fuera Francia o Marruecos. Argentina se impuso con una absoluta comodidad, toda la que no existió contra Países Bajos. Nunca bajó el pistón porque en cuartos también lo vio ganado y acabó con una tanda agónica. Pese al 3-0 final y a que Croacia estuvo muy lejos, todo se desniveló cuando las fuerzas estaban muy parejas con un penalti que ha levantado y levantará mucha polvareda.
Marcar de penalti fue lo de menos, Messi hizo jugar a Argentina para llevarla a semifinales FOTO: FIFA |
Dudo hasta el infinito con la acción de marras. Si me
pusieran contra la espada y la pared, diría que estoy a favor de que sea
penalti por un escasísimo margen: 50,1% - 49,9%. En la vida también se puede no
tener una opinión concreta sobre una acción aunque la veas una y mil veces. Tal
y como yo la observo es una obstrucción, con contacto, de Livakovic a Julián
Álvarez después de que el delantero chute. Y es que podía haber continuado
con la jugada de no ser por el choque.
El asunto es que el portero ya está plantado. Me parece muy compleja. ¿Quién golpea a quién? Lo que está claro es que el poseedor del esférico era el argentino. Orsato dejó unos segundos de rigor para que concluyera la jugada y, al no ser gol, le dio a rebobinar y señaló la infracción. Es evidente que es un penalti del fútbol moderno, antes era un ‘sigan, sigan’ de manual. Y no hablamos de tanto tiempo atrás. Hace dos temporadas no se hubiera señalado nada. Te cabrearás si no te lo pitan a favor y te cabrearás si te lo pitan en contra. Existen argumentos válidos para defender ambas opiniones. Fútbol.
De la derrota en el debut contra Arabia a llegar al último partido del Mundial FOTO: FIFA |
Messi transformó con violencia desde los once metros
y allanó la victoria sudamericana. Eso fue en el minuto 34, hasta entonces no
había pasado absolutamente nada más allá de dos conjuntos sin querer pisar en
falso. Con Croacia teniendo algo más el balón, aunque sin disparar. La
zaga balcánica no fue ni la sombra de lo exhibido ante Brasil. Con el
penalti se podrá dudar, pero el mano a mano de Álvarez se produce porque
Lovren tira la línea del fuera de juego en zigzag y le habilita. En un
visto y no visto llegó el 2-0 y se acabó. Álvarez se lanzó contra el
mundo y salió vencedor, llevó la pelota hasta la red a trompicones en una
carrera que inició en su propio campo tras un saque de esquina favorable a Croacia.
Luego ni Brozovic ni Juranovic ni Sosa pudieron limpiarle
el cuero.
Los dirigidos por Dalic se libraron del tercero antes
del descanso gracias a un paradón de Livakovic a Mac Allister e
hicieron un tímido intento en el segundo tiempo que tampoco se tradujo en
apuros para el Dibu Martínez. El único recurso era colgar centros a la
desesperada como hizo Países Bajos, sin embargo Otamendi y Romero
defendieron de cine el área. Tampoco es que Croacia transmitiera ese irreductible
espíritu de otras ocasiones, estuvo apaciguada e impotente. No tuvo ninguna
emoción la semifinal, se pareció más a un choque de Nations League. A Messi,
eso sí, le quedaba un último truco en la chistera. Le hizo el lío a Gvardiol
en la línea de fondo y le regaló otra diana a Julián Álvarez. El punta
del Manchester City tiene todo lo que necesita Argentina en la
delantera. Trabajo a destajo, oportunismo, gol y encima se entiende con Leo.
Comentarios
Publicar un comentario