¿Es el Athletic un equipo aspirina?
En las últimas cinco temporadas y media hay 28 precedentes visitando a conjuntos en apuros y los leones únicamente han sido capaz de ganar 5 de esos encuentros
Cada vez que el Athletic se enfrenta a un equipo en horas bajas empieza a circular en todos los corrillos rojiblancos ese tópico de que el conjunto bilbaíno es el equipo aspirina por excelencia. Basta una de sus visitas para que los males del oponente de turno se solucionen por unas horas. Este fin de semana vuelve a salir a la palestra. Los leones se miden a un Valencia que arrancó la jornada justo por encima del descenso, pero que cayó a la quema con la victoria del Cádiz. Bajan muy revueltas las aguas por el Turia, tanto que hay convocada una protesta en la previa que pretende hacer un llamamiento a la hinchada che para no entrar a Mestalla hasta el minuto 20. Después del rejonazo en Copa, los de Valverde pueden asestar otro golpe al Valencia y adelantar las fallas.
¿Pero hay algo de cierto en esa creencia de la afición de que el Athletic es un equipo aspirina que va resucitando rivales? ¿Qué dicen los datos? Acudamos a los registros de las últimas cinco temporadas y de la presente cuando se ha enfrentado a domicilio a alguno de los últimos cinco clasificados en ese momento preciso. Como ahora el Valencia. Instante en el que las urgencias son más acuciantes. Existen 28 precedentes desde la campaña 2017-18… y el Athletic solo ha sido capaz de ganar en 5 ocasiones. Es decir, los números ratifican la sensación popular. La mayoría de estos envites se han saldado en empate (13), pero hay el doble de derrotas (10) que de alegrías.
El Girona rompió ante los bilbaínos una racha de 7 jornadas sin conocer la victoria FOTO: ATHLETIC |
Profundizando más en el dato se podría añadir que 3 de
esos 5 triunfos se produjeron en los albores del campeonato, con lo que
tampoco son la mejor referencia posible. Y 2 han sido en el presente ejercicio.
El 0-4 que le endosó el Athletic al Cádiz (19º) en la tercera jornada y
el 1-4 en Elche (18º) en la quinta. Algo similar a lo que sucedió en el
pasado curso, aunque de manera menos abultada contra el Celta (16º) en
la tercera fecha liguera. Una de las dos victorias restantes también fue en la
anterior temporada, 2-3 ante un Cádiz que era 16º. La estadística se
completa con el 0-1 frente al colista Huesca en la 2018-19. El objetivo
actual es alcanzar la media docena en Mestalla para reforzar las aspiraciones
europeas de los zurigorris.
A favor del Athletic hay que decir que ha corregido su
tendencia en la última temporada y media. El balance es de cuatro
victorias, cinco igualadas y otras cuatro derrotas. Aunque también ha patinado
con estrépito en los dos precedentes más cercanos, en dos de las citas en las
que ha ofrecido su peor versión: Girona (17º, 2-1) y Celta (17º,
1-0). Los catalanes rompieron una dinámica de siete jornadas sin vencer y los
vigueses únicamente habían sumado 3 de los anteriores 15 puntos en disputa en
Balaídos. El bagaje del Valencia desde que se reinició la competición es de 1 punto de 18.
La falta de regularidad ha sido el principal lastre en los últimos años para no alcanzar Europa y uno de los motivos son los puntos que se han escapado antes estos rivales
Eso sí, difícil será empeorar lo sucedido en la 2020-21.
El Athletic visitó cuatro veces a escuadras que transitaban en las cinco
últimas posiciones de la tabla y encajó cuatro derrotas. Hincó la
rodilla prácticamente de forma consecutiva frente a dos colistas. Primero en Mendizorrotza
(1-0) y después en Zorrilla (2-1). Para culminar la temporada de las dos
finales de Copa perdidas, perdió en la 36ª jornada con el Huesca (18º,
1-0) y bajó el telón a la Liga en el Martínez Valero ante un Elche que
certificó su salvación aquel día (18º, 2-0).
La conclusión a la que se llega es que sí, el Athletic ha
ejercido de equipo aspirina en innumerables ocasiones a lo largo de las últimas
campañas. Un debe que va asociado a su falta de regularidad sobre la que
tanto machacó Marcelino y ahora también lo hace Valverde y que ha penalizado a
los rojiblancos en sus aspiraciones. Principalmente porque la base de puntos de
un conjunto que quiera acudir a Europa acostumbra a realizarse frente a los
clubes de la segunda mitad de la clasificación. Al menos así fue durante la
anterior etapa de Txingurri. En el montón de asuntos pendientes a resolver que
hay en Lezama, este ocupa el primer lugar.
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