Como diría Rajoy, Brasil es Brasil y continúa bailando

La Canarinha marca territorio en lo futbolístico en el verde goleando a Corea del Sur y también infunde respeto al resto de candidatas al Mundial 

Pasan las rondas y el tema se pone serio, todos van escogiendo su traje de gala. Brasil lleva dos décadas acumulando desgracias en su competición fetiche, Mineirazo incluido, y está ávida de alegrías en un Mundial. Lo suyo es ganar y, a poder ser, infundir respeto. Marcar territorio en lo futbolístico sobre el terreno de juego y también en lo mental a base de demostraciones de superioridad como la que se llevó por delante a Corea del Sur. Los asiáticos fueron un juguete en manos de la Canarinha. Que nadie ose a acercarse a su favoritismo. Francia e Inglaterra dieron buenas muestras de su potencial el domingo y Brasil fue un paso más allá, sentenciando su cruce en 45 minutos. Por méritos propios se ha convertido en la gran favorita, junto con Francia, y el cuadro dice que únicamente se verían las caras en la final. Lo divertido de cualquier Copa del Mundo es que un día tonto y salta por los aires cualquier tipo de pronóstico.

Neymar llegó a tiempo para alistarse en el once inicial de Tite, cierto es que tampoco es que la Canarinha precisara de su aportación. Como diría Rajoy, Brasil fue la Brasil histórica que conocemos en los Mundiales. Aunque no culmine con título, sus cinco estrellas en la pechera son aval suficiente. Bailaron mucho los sudamericanos, con el balón y a la hora de celebrar los goles. Hasta Tite bailó. Les gusta, pero solo cuando ganan. Corea del Sur bastante tuvo con intentar esquivar los golpes y resistir en pie, se le hizo muy largo el encuentro. Con su KO, termina la aventura asiática en Qatar. Mucho han hecho los de Paulo Bento pasando en un grupo con Portugal, Uruguay y Ghana, pero se marchan con un sabor amargo.

Como diría Rajoy, Brasil es Brasil y continúa bailando
Los futbolistas brasileños bailaron después de cada gol anotado ante Corea FOTO: FIFA

Es que Brasil no dio ni margen a la duda, al cuarto de hora llegó con dos tantos de ventaja. Raphinha hizo un destrozo por la derecha y Vinicius detuvo el tiempo en el área para encontrar el espacio entre una manifestación de defensas coreanos. Acto seguido, penalti absurdo de Woo-Young Jung sobre un Richarlinson que apareció por sorpresa en su espalda y Neymar superó a Seung-Gyu Kim en un duelo a ver quién se vencía primero. Fue llamativo ver al arquero junto a su poste derecho cuando el del PSG iniciaba la carrera, como unos 15 segundos después de que árbitro diera la orden de lanzar.

Hee-Chan Hwang puso a prueba a Alisson con un chutazo lejano que repelió a córner. En ataque cuenta con mil posibilidades la Canarinha, pero lo que le da la estabilidad es el armazón que posee en la retaguardia. El ‘jogo bonito’ vende mucho a nivel de estrellas, pero cuando Brasil ha ganado Mundiales recientemente ha sido con cemento en la sala de máquinas. Se gustó tanto que hasta Marquinhos y Thiago Silva combinaron en la frontal del área para encontrar a Richarlinson en el tercero de su cuenta. Era un no parar. Hubieran anotado los goles que necesitasen, el poker llevó la firma de Paquetá, pero pudieron ser seis o siete antes del descanso.

La segunda mitad fue un entrenamiento con público para Brasil en el que la clave era no arriesgar el físico y no cansarse. Lo de aumentar la renta era secundario. También le sirvió a Alisson para erigirse en el mejor de los suyos, tan relajado lo vio Tite que incluso le sustituyó a falta de diez minutos para que Weverton, meta suplente, pueda contar a sus futuros nietos que disputó una Copa del Mundo. El del Liverpool se lució ante Heung-Min Son en un mano a mano nada más salir del vestuario y volvió a amargar a Hee-Chan Hwang con una estirada prodigiosa. Eso sí, nada pudo hacer ante el zambombazo lejano de Seung-Ho Paik con el que estallaron de felicidad los seguidores surcoreanos. No sufrió más Brasil.

Como diría Rajoy, Brasil es Brasil y continúa bailando
Livakovic fue el héroe en la tanda ante Japón con tres penaltis detenidos FOTO: FIFA

En cuartos le espera Croacia en lo que será su primer rival de entidad en la competición. Por fin una eliminatoria tenía que llegar hasta la emoción de los penaltis y volvió a ganar el conjunto que empezó lanzando en segundo lugar. Van siete veces seguidas en el Mundial. A Japón le faltó la irreverencia de la que acostumbran a adolecer las escuadras asiáticas, al menos eso dicen los clichés. Un poco más de mala leche desde los once metros, los tiraron como desgana e hicieron las maletas. No hay que restarle méritos a Livakovic. Directo al olimpo de los porteros en una Copa del Mundo con tres penas máximas detenidas en una tanda. Antes solo lo habían hecho el portugués Ricardo en 2006 frente a Inglaterra y su compatriota Subasic contra Rusia en la última edición.

El techo japonés continúa situado en los octavos de final. Cuarta vez que los alcanzan y cuarta vez que caen eliminados aquí, segunda en los penaltis. Ganaron a Alemania y España en la fase de grupos y le dieron un gran susto a la vigente campeona. Caminar muy notable el suyo, pero se vieron tan cerca mantener vivo el sueño... Nadie quiso dar un paso en falso en el Al-Janoub Stadium, especialmente los nipones después de que Perisic estuviera cerca de castigar un error de Tomiyasu de salida. Poca presencia en las áreas hasta que acertaron los asiáticos al borde del descanso por mediación de Maeda en un saque de esquina.

No dio tiempo a que Croacia se pusiera nerviosa o a que tuviera que lanzarse con todo al ataque porque Perisic niveló en los compases iniciales de la reanudación. Lovren centró desde el mismo Zagreb y el del Tottenham, viendo la fuerza con la que remató de cabeza, dejó claro que tiene un cuello de acero. Escuela Fernando Alonso. Los balcánicos llevaron el peso del partido, pero volvió el respeto mutuo. Modric lo intentó de volea, Mitoma tras una acción individual en la prórroga y al no acertar nadie, decidió la suerte desde los once metros. Croacia, que había superado por esta vía a Dinamarca y Rusia en 2018, mostró más temple y se encomendó a Livakovic. Le hará falta en los cuartos contra Brasil.

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